CINCO LIBROS DESTACADOS EN LA LITERATURA ECUATORIANA EN EL INDIGENA

 LAS CRUCES SOBRE EL AGUA - Joaquín Gallegos Lara 


Título: Las cruces sobre el agua

Autor: Joaquín Gallegos Lara (Guayaquil, Guayas, 1911; Guayaquil, Guayas, 1947)

Año de publicación: 1946

Edición: Editorial EDYM, 1993

Páginas: 199; Introducción + 15 capítulos

"Las cruces sobre el agua" es definida certeramente por el ilustre escritor y ensayista ecuatoriano Adrián Carrasco en estos términos:
"Novela total y completa, que biografía a un pueblo; documento socio-político excepcional, que plantea nuevos conceptos de nacionalidad, cultura e historia ecuatoriana. Novela y documento que toma al pueblo como verdadero protagonista; que propone una visión alternativa a la ambivalencia realidad/ficción que sostiene la cultura oficial; que rescata y pondera el idioma popular, el hablar de la gente, en contraposición al español académico y normalizado, al que enriquece; que siembra en la memoria colectiva la figura de líderes políticos e intelectuales como Eloy Alfaro, Concha, Montalvo, etc.

En resumen, hoy comentaré “Las cruces sobre el agua”, de Joaquín Gallegos Lara, y que sea lo que dios quiera.
Esta novela se ambienta en la ciudad de Guayaquil a principios del siglo XX. El protagonista es Alfredo Baldeón, el hijo de un humilde panadero, quien desde joven muestra un carácter rebelde. Seguimos su trayectoria desde que, con quince años, participó en la revolución conchista en Esmeraldas del lado de los sublevados, hasta que, en el año 1922, fue uno de los cabecillas de las huelgas de su ciudad natal. A través de él vamos conociendo a una serie de personajes que forman parte del crisol en el que sobrevivía la sociedad guayaquileña y ecuatoriana de su tiempo.
Sé perfectamente que con el resumen que acabo de presentar no es sencillo hacerse una idea acerca de la trama del libro, pero es que la misma narración se presta a engaños. Los primeros capítulos parecen los propios de una clásica novela de aprendizaje. Tenemos a un personaje al que conoceremos desde su infancia y al que veremos madurar paso a paso. 

Huasipungo-Jorge Icaza

 Título: Huasipungo 


Autor: Jorge Icaza Coronel (Quito, Pichincha, 1906; Quito, Pichincha, 1978)
 

Año de publicación: 1934
 

Edición: Cátedra, Letras Hispánicas, 6ª edición, 2005 


Páginas: 255, introducción + esta edición + bibliografía + Huasipungo + vocabulario


Como muchos escritores de su generación, Jorge Icaza vio en sí mismo y en sus obras una consecuencia final de las transformaciones que el liberalismo había introducido en el Ecuador en las primeras décadas del siglo. Con su obra, parece sumarse a quienes pretendían hacer de la literatura una manifestación de la lucha de clases, un arte proletario al servicio del proletariado internacional, cuyos mejores representantes en la sierra ecuatoriana eran los indios y otros sectores populares.
Huasipungo es una pieza fundamental en el desarrollo de la narrativa indigenista andina. 

Si hay una novela ecuatoriana cuya fama ha trascendido más allá de la República del Ecuador (siempre dentro de unos círculos especializados), esa es “Huasipungo”, de Jorge Icaza. La prueba está en la edición que he leído, publicada por una editorial española, la prestigiosa Cátedra, dentro de la colección Letras Hispánicas. Para que una obra sea publicada dentro de esta colección deben darse una serie de requisitos muy exclusivos, y esos se dan en la novela de Icaza.

Alfonso Pereira es un hacendado holgazán que malvive en Quito de las rentas de sus tierras que tiene medio abandonada en Cuchitambo. Cuando las deudas le vencen se ve obligado a instalarse en ella y hacer una serie de acondicionamientos que la hagan más atractiva para unos compradores norteamericanos Estos trabajos son realizados por los indígenas que viven en sus tierras, a los que trata como ganado. A lo largo de toda la novela somos testigos de la ignominia que el indio ecuatoriano ha tenido que sufrir desde tiempos inmemoriales a manos de terratenientes, sacerdotes y tenientes políticos, además del desprecio que por ellos sienten indios y cholos (Icaza denuncia un sistema de castas encubierto en el Ecuador rural, donde el porcentaje de sangre blanca en un individuo marca su status social y donde los indios son los intocables).

UN HOMBRE MUERTO A PUNTAPIÉS - Pablo Palacio 

 

Título: Un hombre muerto a puntapiés

Autor: Pablo Arturo Palacio Suárez (Loja, Loja, 1906; Guayaquil, Guayas, 1947)

Año de publicación: 1927

Edición: (Como Obras Completas) Libresa, colección Antares,segunda edición, agosto 1998

Páginas: 62, 9 cuentos

Pablo Palacio es uno de los fundadores de la vanguardia en el Ecuador y América Latina, y un adelantado en cuanto a estructuras y contenidos narrativos. A partir de los setenta del siglo anterior, su obra entra en un proceso de recuperación y relectura como el que realiza la española María del Carmen Fernández para estas Obras completas. 

Por supuesto tengo que comenzar esta entrada pidiendo perdón a todos aquellos lectores que hayan estado esperando desde el día 3 de julio la publicación de este artículo. Estas son unas fechas complicadas, llegan las vacaciones y paradójicamente se dispone de menos tiempo libre. Lo cierto es que lo justo hubiera sido haber publicado una nota para anunciar que me iba a retrasar, cosa que no he hecho. Por ello aparco las excusas y les pido humildemente disculpas.

Ahora sí, me pongo a hablar del libro que toca.
Entre los libros que tengo pendientes de leer (y de comentar), poseo uno que contiene las obras completas del autor Pablo Palacio. Llevo un tiempo pensando cómo iba a presentarlo, si en un sólo artículo en el que hable de todos sus textos aunque sea más largo de lo que vienen siendo los artículos corrientes, o bien hacerlo en varios artículos, comentando cada una de las obras por separado. Finalmente he optado por la segunda idea. Por ello empezaré con el que es considerado como uno de las más importantes colecciones de cuentos publicadas en Ecuador, referenciada en libros de texto de literatura nacional: “Un hombre muerto a puntapiés”.
Voy a retomar lo que dije hace un par de semanas (¿cómo?, ¿qué ya ha pasado más de un mes?), cuando comentaba “Memorial de amores”, la selección de relatos de Raúl Vallejo.

ATAHUALLPA - Benjamín Carrión 

 

Título: Atahuallpa

Autor: Manuel Benjamín Carrión Mora (Loja, Loja, 1897; Quito, Pichincha, 1979)

Año de publicación: 1934

Edición: Casa de la cultura ecuatoriana Benjamín Carrión, Colección Luna Tierna, 10ª edición, 2002

Páginas: 244, presentación + 18 capítulos
Es un homenaje de uno de los hombres más importantes de la cultura ecuatoriana del siglo XX (sinceramente desconozco la mayor parte de su obra, pero la Casa de la cultura de Quito tiene el nombre de Benjamín Carrión) a quien es seguramente el ecuatoriano más importante de todos los tiempos (con el reconocimiento debido a los padres de la patria, al doctor Eugenio Espejo, al presidente Eloy Alfaro y al propio padre del protagonista). Me refiero al inca Atahualpa.
En realidad, y eso es algo que me ha llamado mucho la atención de esta obra, no es la historia del último de los incas si no la del ocaso del Tahuantinsuyu y su posterior caída. Más o menos la mitad del libro está dedicada al padre de Atahualpa, el gran conquistador Huayna Cápac, y la otra mitad a las desventuras de los pequeños conquistadores, esa panda de españoles analfabetos, crueles y traicioneros.
Lo primero que nos tendríamos que plantear a la hora de hablar del “Atahuallpa” es cómo referirnos a esta obra. No podemos decir que sea una novela ya que no se dan las características propias que tiene una novela por definición. No hay diálogos, no hay una introspección en los personajes, no hay descripciones detalladas de los ambientes. No es pues una novela histórica (y menos mal; hay pocas combinaciones de palabras que me puedan producir un sopor mayor que el de estos términos). Tampoco podemos decir que sea sencillamente un libro de historia pues el autor utiliza técnicas propias de la narrativa que sumergen al lector dentro de las páginas del libro hasta el punto que no es si no cuando ya lo has acabado de leer que te das cuenta que no era una novela.

POLVO Y CENIZA - Eliécer Cárdenas 

 

Título: Polvo y ceniza

Autor: Eliécer Cárdenas Espinosa (Cañar, Cañar, 1950)

Año de publicación: 1979

Edición: Eskeletra editorial, primera edición, 2001

Páginas: 350, 22 capítulos
Polvo y ceniza no es únicamente la ficción aventurera de un bandido, sino una novela de estructura cerrada, con ruptura lineal y temporal y buen manejo técnico del tema, en torno a la vida, pasión y muerte de un héroe popular mítico, el bandolero Naún Briones, quien se convirtió en tal al rebelarse contra una situación socioeconómica injusta e intolerable del agro austral ecuatoriano. El comportamiento de él, del protagonista: aterrador con los hacendados y caritativo con los pobres, cabida tuvo en la sensibilidad y el entendimiento de la población desposeída, por lo que luego de la muerte lo transformó en leyenda. y Eliécer Cárdenas,

Lo primero que voy a comentar sobre “Polvo y ceniza”, de Eliécer Cárdenas, es algo que nunca antes he comentado sobre ningún otro libro: la portada. Personalmente me parece uno de los mejores diseños de portada que he visto, y los he visto muy buenos.

Bueno, ya he hablado del continente, paso a hablar del contenido. Tal y como aparece en el texto de contraportada (he de confesar que en realidad no lo he sacado de la contraportada, donde sólo aparece la foto del autor, sino de la solapa) esta novela trata sobre la vida, la muerte y la leyenda (sobre todo la leyenda) de Naún Briones, un mítico bandido lojano que campó por las tierras fronterizas entre Ecuador y Perú durante la primera mitad del siglo XX. Su popularidad fue enorme por sus actos, propios del buen bandido (a nivel internacional su figura podría compararse a la de Robin Hood, pero los lectores españoles verán más similitudes con el bandolero de ficción Curro Jiménez). Naún Briones fue un bandido que cargó con muchas muerte a su espalda pero más que por ambición personal actúo por su manera de entender la justicia social, arrebatando los bienes a los terratenientes y hacendados para repartirlos con los desheredados (para remarcar más su nobleza Cárdenas hace coincidir a su protagonista con los Quiroz, los sanguinarios bandidos de la provincia de Cañar cuyo impulso era el odio y que no tenían más fin que la destrucción; o con el Águila Quiteña, ladrón de guante blanco cuyo arte le convierte en una personalidad en la capital).
Toda la novela está construida como un enorme caleidoscopio en cuyo centro se encuentra la figura del bandido. Así, aunque la mayoría de los capítulos narran, en tercera persona (donde a menudo se entremezclan las reflexiones en primera persona de los personajes) las escenas más importantes de la vida de Naún Briones (estos capítulos no están ordenados temporalmente, sino que se suceden según el autor los necesita), estos se encuentran salpicados por otros más cortos donde se nos muestra la leyenda vistas desde diferentes prismas (hay un capítulo genial, el titulado “Voces”, que está compuesto por pedazos de canciones y testimonios actuales de los habitantes de Loja, algunos de los cuales rechazan directamente lo narrado en el libro diciendo que Naún Briones no existió nunca o fue desde un simple cuatrero a un asesino despiadado).

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